Es el cumpleaños de tu amor. ¿Cómo no estropear el efecto sorpresa cuando el mejor regalo eres tú?
Regálasela a tu media naranja; con un poco de suerte podría ganarse un beso apasionado, un masaje sexy o un baile prohibido. ¡Y si la suerte no le acompaña, ¡al menos puedes darle un premio de consolación!
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